Diagnóstico del cáncer de páncreas

como identificar el cancer de pancreas

El diagnóstico se basa en los síntomas y signos, los hallazgos en las pruebas de imagen, los estudios de laboratorio y las características patológicas de la enfermedad.

Pruebas para detectar el cáncer de páncreas

Un diagnóstico apropiado requiere un alto índice de sospecha, un abordaje multidisciplinar y varias pruebas diagnósticas. Si se detecta de forma precoz la supervivencia es mayor. Ante la sospecha de cáncer de páncreas se deben realizar las siguientes pruebas:

Analítica de sangre con bioquímica y hemograma

Permite detectar una alteración en la eliminación de bilirrubina o una anemia ferropénica debida a sangrado tumoral.

Marcador tumoral Ca 19.9 (valor alterado > 37 U/mL)

Es el marcador más específico de cáncer de páncreas y tiende a ser elevado en el momento del diagnóstico, pero tiene limitaciones al no encontrarse elevado en todos los casos, nos hace sospechar la enfermedad pero por sí solo no es diagnóstico. Es útil para hacer el seguimiento de las personas con cáncer de páncreas en caso de que esté elevado.

Ecografía abdominal

Suele ser el primer estudio de imagen que se realiza ante la aparición de ictericia.

Tomografía axial computarizada (TAC) o escáner toracoabdominal

Es la prueba más importante en el diagnóstico ya que pone de manifiesto la presencia del tumor y su extensión. A nivel local, definirá si el tumor invade estructuras vecinas y pondrá de manifiesto si hay metástasis a distancia. Para una posible cirugía, el TAC se necesita con contraste para estudiar bien la relación del tumor con vasos sanguíneos. En el caso de que el TAC ofrezca dudas o en pacientes con alergia al contraste yodado se puede realizar una resonancia magnética (RM) abdominal.

PET-TAC

No es una prueba de rutina, pero puede ser útil ante sospecha de enfermedad metastásica.

Ecoendoscopia con punción

Es la mejor técnica para obtener una biopsia del tumor, especialmente si está en la cabeza del páncreas. Se introduce un endoscopio por boca, que realiza una ecografía cuando está en el estómago y desde allí se realiza la punción de páncreas directamente.

Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE)

Muy útil para diagnosticar tumores pequeños, detectar obstrucción de conductos pancreáticos y diferenciar cáncer de pancreatitis crónica. Se utiliza para examinar las vías biliares, se realiza a través de un endoscopio que se introduce por la boca. A través del endoscopio puede colocarse una prótesis para abrir la vía biliar y tomar una muestra del tejido para confirmar el diagnóstico.

Colangioresonancia

Es similar a CPRE, preferible para personas con alteraciones gástricas o duodenales por enfermedad o cirugía previa y en los casos en los que la CPRE ha fallado o está contraindicada.

Laparoscopia

Consiste en realizar pequeñas incisiones en la pared abdominal e introducir el endoscopio y observar directamente todos los órganos y determinar la extensión del tumor. Se suele recurrir a ella cuando se duda si optar por una cirugía con intención curativa.

Biopsia

Es la extracción de una pequeña muestra del tumor durante la ecoendoscopia, CPRE o laparoscopia. Después, esta muestra la estudia el anatomopatólogo llegándose a la confirmación diagnóstica o descartando la existencia del cáncer. En algunas ocasiones, por ejemplo, cuando existen metástasis hepáticas, se pueden biopsiar estas lesiones en lugar de la lesión del páncreas. Nos permite llegar a un diagnóstico de certeza, no es estrictamente necesaria antes de la cirugía, pero sí en el caso de que se opte por un tratamiento de quimioterapia y/o radioterapia.

Clasificación en estadios

Para entender la gravedad del cáncer de páncreas y planificar el mejor tratamiento posible, que ayude a mejorar las probabilidades de supervivencia, es de utilidad establecer una clasificación que nos diga lo avanzado de la enfermedad.

En este sentido, la clasificación más usada es la denominada TNM. En esta clasificación la T se refiere al tamaño del tumor. N, es la ausencia o presencia de metástasis ganglionares y M es la ausencia o presencia de metástasis a distancia.

En el adenocarcinoma de páncreas la clasificación TNM sería esta:

  • T1: Tumor limitado a páncreas y un tamaño hasta 2 cms.
  • T2: Tumor limitado a páncreas y un tamaño entre 2 y 4 cms. 
  • T3: Tumor mayor de 4 cms., se extiende más allá del páncreas y no invade tronco celíaco ni vasos mesentéricos superiores. 
  • T4: Con independencia del tamaño el tumor es irresecable al invadir tronco celíaco o arteria mesentérica, hepática común o vasos mesentéricos superiores.
     
  • N0: No hay ganglios linfáticos infiltrados. 
  • N1: Hay de 1 a 3 ganglios linfáticos regionales infiltrados por tumor. 
  • N2: Afectación de 4 o más ganglios linfáticos regionales.
     
  • M0: Ausencia de metástasis a distancia. 
  • M1: Presencia de metástasis a distancia. 

A partir de esta clasificación TNM podemos establecer lo que denominamos estadios, en donde de una forma sencilla podemos tener idea de la extensión y gravedad de la enfermedad.

De esta forma hablamos de estadios IA, IB y IIA, donde el tumor no ha afectado a ganglios ni vasos y por tanto la cirugía a priori es posible.

  • Estadio IIB: Existe afectación ganglionar. La opción quirúrgica no es posible en todos los casos. 
  • Estadio III: Tumor localmente avanzado. Se da afectación ganglionar o de vasos sanguíneos cercanos. La cirugía no es posible de entrada. En casos seleccionados tras buena respuesta a quimioterapia y/o radioterapia el tumor podría hacerse resecable. 
  • Estadio IV: Existen metástasis a distancia: hígado, pulmón, hueso…