Principales factores de riesgo de la leucemia
A grandes rasgos, las leucemias se producen generalmente como consecuencia de alteraciones en el material genético (ADN) de las células madre o progenitoras de la médula ósea, que son aquellas capaces de generar todos los tipos de células sanguíneas del organismo. Estas células deberían autodestruirse como parte de los mecanismos de control del crecimiento celular, pero algunas de ellas ignoran esta orden, proliferando de forma incontrolada, anómala y perdiendo en muchos casos su función original.
En la mayoría de ellas no se ha identificado una causa concreta para el desarrollo de leucemias, pero sí se han identificado factores de riesgo que pueden incrementar la probabilidad de desarrollar algún subtipo de leucemia, pero sin ser la causa directa. Entre estos factores de riesgo se encuentran:
Edad
Las leucemias crónicas son más frecuentes en personas de edad avanzada. También es más frecuente la leucemia aguda mieloblástica a partir de los 65 años. Sin embargo, la leucemia aguda linfoblástica es más típica en la infancia.
Altas dosis de radiación ionizante
Exposición a dosis altas y/o prolongadas de radiación ionizante (por ejemplo, tras la explosión de bombas atómicas durante la II Guerra Mundial o graves accidentes en centrales nucleares) o a sustancias químicas como el benceno, determinados pesticidas o hidrocarburos poliaromáticos. Estos factores son especialmente importantes en el desarrollo de determinados tipos de leucemias agudas.
Algunos fármacos quimioterápicos o radioterapia
Tratamiento previo con algunas terapias prescritas para el tratamiento de otros tumores como algunas quimioterapias o la radioterapia. En cualquier caso, es importante destacar que el uso de estos fármacos presenta muchos más beneficios que riesgos para el tratamiento específico de los tumores para los que han sido indicados.
Antecedentes de enfermedades de tipo hematológico
Antecedentes de enfermedades hematológicas, especialmente los síndromes mielodisplásicos (trastornos en los que las células productoras de sangre de la médula ósea no se forman de manera adecuada o no funcionan correctamente) y las neoplasias mieloproliferativas crónicas, que pueden transformarse en una leucemia aguda.
Enfermedades o síndromes de tipo genético
La presencia de enfermedades como el síndrome de Down, la anemia de Fanconi o el síndrome de Li-Fraumeni tienen aumentado el riesgo de padecer determinados tipos de leucemia).
Antecedentes familiares
Las leucemias suelen ser esporádicas y no hereditarias, pero hay un 10% de leucemias que pueden tener un origen germinal, heredado.
En estos casos lo que se hereda es la predisposición de desarrollar la leucemia por la mutación en un gen. Con el paso del tiempo y en función del gen heredado, la aparición de un segundo evento oncogénico (productor de leucemia) favorecido o no por agentes externos, puede hacer que desencadenen una leucemia. Aun así, la probabilidad de desarrollar una leucemia en estos casos no suele ser el 100%. Se están haciendo muchos estudios actualmente en este terreno para caracterizar mejor esta predisposición heredada al desarrollo de leucemias y es un campo por descubrir. Estos casos germinales son más frecuentes en aquellos pacientes con antecedentes directos en la familia de algún tipo de neoplasia hematológica o no hematológica y a veces se engloban en procesos sindrómicos que se acompañan de trastornos del crecimiento, retraso mental, alteraciones dismórficas...
Adicionalmente, diversos estudios han señalado que la infección por determinados virus como el virus de Epstein-Bar o el virus linfotrópico T humano podrían aumentar el riesgo de contraer algunos subtipos muy infrecuentes de leucemia.
Este contenido ha sido revisado en mayo de 2023 por:
- Dr. Juan José Domínguez: Médico adjunto, servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Santander, IDIVAL.
- Dra. Mercedes Colorado Araujo, MD, Médico Adjunto, Servicio de Hematología – IDIVAL, Coordinadora de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular (I).