No se trata de evitar pensar o de intentar no sentir miedo a la recaída porque es natural que este miedo exista. Se trata de dedicarle un tiempo a cada cosa para que tu día a día no se vea totalmente limitado por el miedo. Escoge un momento del día para dedicarlo, precisamente a eso, a pensar sobre esto que tanto te preocupa: volver a tener cáncer. Trata de distraerte por los que podrías sustituirlos. Asociación Española Contra el Cáncer Elige una franja horaria del día que vas a dedicar a este pensamiento. Si surgen miedos o sentimientos relacionados en otro momento del día, recuérdate que tienes tu tiempo para ello y pospón hasta esa hora el momento para dedicar tu atención a pensar en ello. Mientras tanto, trata de distraer tu mente en la medida de lo posible. De esta manera, en lugar de dedicar todo el día a pensar en la recaída, estarás dedicando el tiempo que tu elijas, afectándote menos en tu día a día. Para organizar y programar estos momentos y los pensamientos que te surgen, puedes ayudarte rellenando una tabla con la hora del día que elijas y los pensamientos que has tenido.