Los momentos iniciales

El objetivo principal en este momento es recuperar sus actividades, intereses, inquietudes, etc..

Es frecuente que una vez terminados los tratamientos tengas emociones contradictorias. Alivio y alegría por terminar los tratamientos, pero también es probable que tengas una cierta sensación de vacío e inseguridad. Es normal. 


Durante un tiempo has tenido a los médicos controlándote exhaustivamente, y al recuperar tu vida cotidiana es fácil que te sientas desprotegido y algo extraño. 

Tómate un tiempo. Lo necesitas para recuperarte física y psicológicamente. Recuerda que es normal que aparezcan altibajos emocionales.

 

  • No pienses que por el hecho de sentirte mal cuando crees que deberías sentirte bien tienes un problema psicológico; es una fase más del proceso de adaptación.

  • No te dejes vencer por la sensación de amenaza. Una vez finalizados los tratamientos muchos enfermos viven con la sensación de que la enfermedad es una amenaza inminente y continua.

 

Esta sensación puede intensificarse cuando acudas a las revisiones. No olvides que si tus tratamientos han finalizado y la enfermedad está controlada no hay motivos para que te sientas amenazado cada día. 

 

  • Comenta a los que te rodean que no se preocupen, que es normal lo que ocurre, que pasará pronto. Explícales que no deben forzarte a sentirte siempre bien. Y recuérdalo tú también.  

 

Ocúpate de tu vida y no sólo de tu enfermedad.

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