¿Qué es el mieloma múltiple?

El mieloma múltiple es una enfermedad que se produce en la médula ósea. La médula ósea es la fábrica de células de la sangre, como los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Se encuentra dentro de los huesos (como el fémur, el húmero, el esternón, la pelvis, las costillas o las vértebras…). Las células plasmáticas son un tipo de glóbulos blancos que están dentro de la médula ósea y forman parte de nuestro sistema inmune, fabricando anticuerpos o inmunoglobulinas que nos protegen y ayudan a combatir infecciones. 

Mieloma múltiple

 

¿Cómo se desarrolla el mieloma múltiple?

 

En el mieloma múltiple, por causas que no se conocen aún bien, las células plasmáticas se vuelven malignas y aumentan descontroladamente dentro de la médula ósea, ganando terreno a las células plasmáticas sanas. Debido a esto, se produce un tipo de anticuerpo que no funciona adecuadamente y que puede provocar complicaciones, al que se le llama componente monoclonal o paraproteína. Su detección se puede realizar mediante análisis especiales de proteínas en muestras de sangre o de orina y esto permite llegar al diagnóstico de la enfermedad y ver la respuesta a los tratamientos. 

Los síntomas del mieloma múltiple que se producen  son el dolor de espalda o el cansancio y requiere tratamiento específico. Una vez que se diagnostica, a lo largo del tiempo aparecen periodos de remisión (disminución o desaparición de los síntomas debido a que se controla la enfermedad con el tratamiento) y recaídas (reaparición de los síntomas por descontrol o reaparición de la enfermedad después de haber pasado un período de mejoría). A diferencia de lo que ocurre en otros cánceres, el mieloma múltiple no presenta distintos estadios, ni se habla de metástasis, ya que, al producirse en la médula ósea, que está en el interior de los huesos, al diagnosticarse suele estar afectando ya a distintas partes del cuerpo, de ahí el nombre mieloma múltiple (“mieloma” por formarse en la médula ósea y “múltiple” porque afecta a varias zonas del cuerpo, especialmente los huesos de la columna vertebral, el cráneo, la pelvis o las costillas).

Contenido revisado por la Dra. Verónica González de la Calle, médico especialista en Hematología. Servicio de Hematología. Hospital Clínico Universitario de Salamanca.