Diagnóstico del mieloma múltiple
El diagnóstico del mieloma múltiple temprano es muy complicado. Esto se debe a que sólo causa síntomas en la forma sintomática y a que dichos síntomas también pueden estar presentes en otras enfermedades.
¿Qué hacer ante la sospecha de un mieloma múltiple?
La sospecha de mieloma múltiple puede tener lugar tras la observación de una anemia o aumento de proteínas y calcio sin causa aparente en una analítica de sangre, un dolor de huesos que no es posible controlar con analgésicos, una fractura que no venga precedida de un golpe o caída o una alteración de la función del riñón. En otras ocasiones, puede tener lugar tras la realización de una radiografía en la que aparecen zonas donde se vean lesiones en los huesos (lesiones líticas) típicas de la enfermedad.
Ante estas situaciones, el hematólogo puede solicitar la realización de pruebas especiales más específicas como análisis de proteínas (proteinograma). Gracias a esta prueba se puede detectar la inmunoglobulina anormal correspondiente en sangre u orina (componente monoclonal).
¿Cómo se confirma que el paciente tiene un mieloma múltiple?
Una vez detectado el componente monoclonal, para confirmar el diagnóstico de mieloma múltiple debe realizarse un aspirado de médula ósea. Esta prueba es necesaria para demostrar que en la médula ósea hay células plasmáticas malignas, responsables del mieloma múltiple.
Para analizar la médula ósea hay que realizar una punción, bajo anestesia local, del interior del hueso. Habitualmente la punción se realiza en la cresta ilíaca posterior, en la parte posterior de la pelvis, aunque también se puede realizar en el esternón, que está situado en la parte alta del pecho. Tras el pinchazo se realiza un aspirado y así se consigue la parte líquida del interior del hueso, que se corresponde con las células de la médula ósea.
En ocasiones, puede ser necesario extraer además una pequeña porción de hueso (biopsia ósea). Las muestras obtenidas son posteriormente observadas al microscopio y el diagnóstico de mieloma se confirma cuando el hematólogo observa un 10% o más de células plasmáticas en la muestra obtenida de médula ósea.
¿Cómo se pueden detectar las lesiones del hueso producidas por el mieloma?
Gracias a la realización de distintas pruebas de imagen como radiografías, TAC, PET/TAC o resonancia magnética se puede saber cuántas lesiones hay en el hueso y dónde se encuentran. En ocasiones si el hueso está muy afectado y el riesgo de fractura es alto o si ya se ha producido una fractura, puede ser necesario que el traumatólogo realice una intervención para estabilizar el hueso (por ejemplo, colocación de un clavo en huesos largos o fijación de una vértebra).
Contenido revisado por la Dra. Verónica González de la Calle, médico especialista en Hematología. Servicio de Hematología. Hospital Clínico Universitario de Salamanca.