Revisiones y seguimiento

Uno de los protocolos de seguimiento propuesto es el siguiente:

Pruebas de imagen de la localización del tumor, del tórax, y con realización de escáner óseo y o PET junto a la exploración física del paciente.

  • 1º y 2ª años, cada 3 meses.
  • 3º año, cada 4 meses.
  • 4º y 5º año, cada 6 meses.
  • Siguientes años: Anual.     

Aunque las pruebas y periodicidad pueden ser variables según el tipo de tumor y las características de la enfermedad y del propio paciente.

 

Secuelas

Tras los tratamientos, como por ejemplo el quirúrgico, puede verse afectada la funcionalidad de la extremidad afecta, por lo que un buen programa de rehabilitación con la participación de médico rehabilitador y fisioterapeutas expertos en Fisioterapia Oncológica, es fundamental.

En ocasiones, el tratamiento consiste en la amputación de una extremidad, lo que conlleva secuelas importantes, tanto físicas como psicológicas. Si bien, en la actualidad, las prótesis disponibles cada vez son más funcionales.

Otro aspecto a tener en cuenta es intentar la preservación de la fertilidad, al tratarse de pacientes jóvenes que pueden desear conservar su capacidad de reproducción. Ciertos tratamientos, como la quimioterapia, pueden afectar a la fertilidad, por lo que tomar medidas antes de los tratamientos como la preservación de óvulos o semen es algo a tener en cuenta.