Ojalá la igualdad de género fuera un hecho

El día 8 de marzo conmemoramos y rendimos homenaje a todas aquellas mujeres y también “hombres de bien”, que con muchísimo esfuerzo reivindicaron los mismos derechos y oportunidades de la mujer en la sociedad y frente al hombre. Por ello y por tanta lucha y desafortunados acontecimientos en el pasado, es un día especial a favor de la Mujer.
 
Además de que Mujeres y Hombres en el mundo continúan luchando por la igualdad hay que recalcar la importancia que tiene esa búsqueda de igualdad de género y su relación con el cáncer, especialmente para las mujeres.

Los continuos y marcados estereotipos físicos femeninos en una sociedad que en ocasiones cosifica y sexualiza a la mujer, hacen mucho más difícil que puedan asimilar la enfermedad y hacerla más llevadera juntos con los cambios producidos por los diferentes tratamientos y todas sus fases. 

Aun siendo el aspecto físico importante, y donde cae una gran parte de los esfuerzos de recuperación, es especialmente en la parte psicológica donde reside una fuerte carga emocional antes, durante y después de la enfermedad, debido a lo “que se supone que la sociedad espera”,  el hecho de “no aceptar de la enfermedad”, y todo lo que conlleva el cáncer en mujeres para su auto-imagen, autoestima, percepción social y laboral.

Un empoderamiento femenino real y no basado en “deberías…, tienes que….”, o condicionantes de género, ayudaría y mejoraría muchísimo en la evolución de las mujeres enfermas de cáncer. Hay un antes y un después en la vida con esta enfermedad y es importante que cada mujer descubra cual es el suyo, eliminando el yugo de género y los roles impuestos en cualquier ámbito en la sociedad.

Además, el papel tradicional de “cuidadoras” hace que muchas pacientes en el momento de la enfermedad les sea muy difícil pedir apoyo, no sepan, o incluso no entiende el para qué hacerlo, si ellas “pueden con todo”. Los mandatos de género que se tienen asumidos como algo natural, dificultan que se puedan desarrollar respuestas de contrarresto sanas ante la enfermedad, debido a la sombra de la culpa.

La mayoría de las mujeres con cáncer de mama en estado avanzado o metastásico "se sienten aisladas" y han perdido su capacidad laboral, con el consecuente deterioro en sus ingresos, a  causa de la enfermedad. Si a esto se le suma las diferencias existentes por género al mundo laboral, las mujeres enfermas de cáncer encuentran una dificultad más añadida a la hora de reincorporarse o incluso a la hora de encontrar una nueva salida laboral. 

Por todo ello y en honor a todas la Mujeres del Mundo, y en especial a nuestras valientes mujeres con cáncer, hoy alzamos de nuevo la voz para decir que aún queda mucho camino por hacer y seguiremos por tanto cada vez avanzando con más ilusión y esperanza por la igualdad de género.

No es solo cuestión de dejar un Mundo mejor para futuras generaciones, sino educar en valores de igualdad y tener  mejores generaciones para el Mundo.

¡Feliz día de la Mujer!