Causas del cáncer de hígado

Las causas del cáncer de hígado no son completamente conocidas. Existen ciertos factores de riesgo que actúan con diferentes mecanismos de acción sobre las células hepáticas, induciendo un crecimiento anómalo y descontrolado de las mismas. Estos factores de riesgo son:

Cirrosis hepática.
Hepatitis C.
Hepatitis B.
Exposición a tóxicos.

A continuación, se desarrollan de manera más extensa las distintas causas.

cirrosis hepática

La cirrosis hepática es el factor de riesgo más importante para este tipo de tumor, siendo la principal indicación para la vigilancia y su cribado .

En un 50% - 80% de los pacientes, el cáncer de hígado se asocia a cirrosis hepática. La cirrosis hepática es una enfermedad irreversible del hígado como resultado de un daño continuado en el hígado, en ocasiones causada por el alcohol o por un virus hepatótropo, en el que el tejido hepático normal se reemplaza por fibrosis hepática.

Hepatitis C

La infección crónica por el virus de la hepatitis C es una de las causas importantes para el desarrollo del carcinoma hepatocelular. Dado que no se dispone de una vacuna para la hepatitis C la prevención en este caso es complicada.

Los tratamientos antivirales disminuyen, pero no eliminan el riesgo de padecer un cáncer hepático, además no está al alcance de todos los pacientes en todo el mundo.

Hepatitis b

La infección por virus de la hepatitis B, incluso la infección “oculta” , es un conocido factor de riesgo para el desarrollo de cirrosis y carcinoma hepatocelular. La infección por el virus de la hepatitis B es un importante problema de salud pública en todo el mundo; Se estima que un 30% de la población mundial presenta en los estudios serológicos infección actual o pasada.

En este caso se dispone de una vacuna. Además, en el caso de desarrollar la hepatitis, es importante el tratamiento antiviral y de la inflamación hepática para disminuir el riesgo de cirrosis y hepatocarcinoma. Se han encontrado varios mecanismos moleculares que pueden explicar la relación de la infección por el virus de la hepatitis B y el posible desarrollo de un cáncer de hígado.

exposición a tóxicos

Ciertos citotóxicos y químicos que dañan el ADN se han sugerido como relacionados con el cáncer de hígado. Algunos ejemplos son: Acrilamida presente en el humo del tabaco y en alimentos cocinados a muy altas temperaturas), ácido perfluorooctanoico (PFOA) (utilizado como agente tensioactivo), policlorobifenilos (PCB) o bifenilos policlorados (utilizado en sistemas cerrados como intercambiadores de calor), benzopirenos (presente en procesos de combustión, humo del tabaco, algunos procesos industriales y algunos alimentos), compuestos perfluorados (PFCs) (antiadherentes, algunos contaminantes del agua, etc.), cloruro de vinilo (para la fabricación de PVC, como refrigerante y propulsor de aerosoles no se suele utilizar en la actualidad.

otros factores de riesgo

La aflatoxina B1 es una sustancia tóxica producidas por ciertos hongos en cultivos como el maíz, trigo, arroz y frutos secos (como las nueces), que contamina algunos alimentos y que, sobre todo en Asia, induce cáncer hepatocelular . Puede ingerirse a través de dichos alimentos o con carnes o leche procedentes de animales contaminados.

La confluencia de consumo de tabaco, alcohol y obesidad, aumentan el riesgo de padecer un cáncer de hígado . Ser hombre puede considerarse un factor de riesgo, ya que la mayoría de estos tumores se presentan en varones. Probablemente se deba a ciertos hábitos más frecuentes entre los hombres.

¿Es posible la prevención del cáncer de hígado?

La prevención del cáncer de hígado pasa por disminuir la exposición a los factores de riesgo. La identificación de población de riesgo también puede ser útil para llevar a cabo una vigilancia estrecha.

¿Cómo prevenir el cáncer de hígado?

Para responder a esta pregunta debemos repasar los factores de riesgo expuestos en anteriores secciones de esta sección:

Evitar la infección por Hepatitis B y C: para disminuir los casos de cáncer de hígado se requiere una aplicación de la vacunación frente al Virus de la Hepatitis B (VHB) más extendida en el mundo, así como el tratamiento efectivo de las hepatitis y la cirrosis hepática relacionadas con los virus de la hepatitis B (VHB) y C (VHC). Dado que no hay vacuna en la actualidad para la hepatitis C, la prevención de la infección inicial, así como su tratamiento eficaz, eliminando la infección mediante tratamientos antivirales son estrategias importantes para la prevención del cáncer de hígado.
Moderar el consumo de alcohol y hábitos saludables: no hay una dieta para prevenir el cáncer hígado, ni un alimento para la prevención del cáncer de hígado. La aplicación de hábitos de vida saludables entre los que se incluyen un alimentación adecuada, saludable, evitar el consumo de alcohol y no fumar, son medidas importantes en la prevención del cáncer de hígado.
Mantener un peso adecuado también es una medida a tomar para intentar disminuir las probabilidades de padecer un cáncer hepático. La obesidad se asocia a un incremento del riesgo, dado que también es un factor de riesgo para desarrollar hígado graso y diabetes.
Evitar la exposición a tóxicos: no hay una dieta para prevenir el cáncer hígado , ni un alimento para la prevención del cáncer de hígado. La aplicación de hábitos de vida saludables entre los que se incluyen una alimentación adecuada, saludable, evitar el consumo de alcohol y no fumar, son medidas importantes en la prevención del cáncer de hígado.

Hay una evidencia moderada de que el consumo de café en pacientes con hepatitis crónica puede disminuir el riesgo de cáncer de hígado.