Anatomía patológica del cáncer de cérvix

Los tipos más frecuentes de cáncer de cérvix son el carcinoma de células escamosas y el adenocarcinoma. El primero se localiza en el exocérvix y el segundo en el endocérvix. Se pueden clasificar en:

  1. Carcinoma epidermoide microfiltrante: El carcinoma microinfiltrante se define como un tumor clínicamente inaparente que infiltra menos de 3 mm y se extiende en superficie menos de 7 mm y que no se acompaña de invasión vascular. Estas lesiones no deberían metastatizar nunca por lo que no precisan de ningún tratamiento adicional tras la extirpación quirúrgica.
     
  2. Carcinoma escamoso infiltrante: Entre un 80-90% de carcinomas del cérvix son escamosos. La mayoría se originan a partir de lesiones precursoras a la neoplasia intraepitelial cervical de alto grado (CIN 2 y CIN 3). Está fuertemente asociado a la infección por el VPH (en el 99,7% de estas neoplasias se detecta ADN de VPH de alto riesgo, el más frecuente es el VPH16).

    De acuerdo con la clasificación de la OMS, los carcinomas epidermoides infiltrantes del cérvix uterino se pueden dividir en tres grandes categorías:
     
    1. Queratinizante de célula grande. 
    2. No queratinizante de célula grande
    3. No queratinizante de célula pequeña.
       
  3. Adenocarcinoma infiltrante: La incidencia de este tipo de tumor ha ido aumentado en los últimos 20 años, en la actualidad supone el 15-25% de todos los carcinomas infiltrantes en esta localización. Este incremento es debido a la infección por el VPH y el uso de anticonceptivos orales. A diferencia del carcinoma epidermoide en el que el tipo más frecuente es el VPH 16, en el adenocarcinoma el tipo más frecuente es el VPH 18. Entre los adenocarcinomas podemos distinguir:
     
    1. Adenocarcinoma infiltrante mucinoso (de tipo endocervical): representa el 70% de los adenocarcinomas del endocérvix. La mayoría de los tumores son bien o moderadamente diferenciados.
    2. Adenocarcinoma endometrioide: supone alrededor del 30% de los adenocarcinoma del cérvix uterino y muestra las características histológicas del adenocarcinoma endometrioide del endometrio. Evidentemente, el principal diagnóstico diferencial se plantea con un tumor primario endometrial que se extiende al cérvix.
    3. Adenocarcinoma de células claras: se asocia a la exposición intrauterina al dietilestilbestrol (DES) y presentación en mujeres jóvenes. En estos tumores no se ha demostrado presencia de VPH.
    4. Adenocarcinoma de tipo enteroide (intestinal)
    5. Adenocarcinoma con células en anillo de sello: se trata de una variedad poco frecuente en su forma pura y es más habitual encontrar células en anillo de sello como hallazgo focal en un adenocarcinoma mucinoso pobremente diferenciado o en un carcinoma adenoescamoso.

Otros tipos de tumores de cérvix menos frecuentes

Adicionalmente, existen otros tipos de tumores de cérvix menos frecuentes que se detallan a continuación:     

  • Carcinoma adenoescamoso: Tiene un comportamiento similar al carcinoma epidermoide de cérvix. Es una variedad de carcinoma compuesto por una mezcla de elementos epiteliales de tipo escamoso y glandular.
  • Carcinoma con células en vidrio esmerilado (glassy cell carcinoma): Es una variante agresiva del carcinoma adenoescamoso y que representa alrededor del 1-2% de los carcinomas del cérvix uterino.  Se presenta en mujeres jóvenes, tiene crecimiento rápido y se asocia frecuentemente a metástasis a distancia; además, responde mal a la radioterapia, aunque los resultados con la quimioterapia son prometedores.
  • Carcinoma adenoide quístico: Es típico de mujeres  mayores de 60 años y es más frecuente  en la raza negra. Se trata de un tumor agresivo, con tendencia a la recidiva local y a las metástasis a distancia.
  • Carcinoma adenoide basal: Es un tipo de tumor de cérvix poco frecuente y suele aparecer en mujeres mayores de 50 años, de bajo grado de malignidad que raramente metastatiza.

 

Este contenido ha sido revisado en marzo de 2023 por Miren Gaztañaga Boronat. Servicio de Oncología Radioterápica. Hospital Clínico San Carlos, Madrid.