¿Es escupir sangre una señal de alarma?
La hemoptisis es la expulsión de sangre por la boca, cuando aparece con la expectoración por la tos, provocada por alteraciones del aparato traqueobronquial.
Es importante acudir al médico, porque es un síntoma de alarma de posibles enfermedades broncopulmonares, entre ellas el cáncer de pulmón. Siempre hay que estudiar este síntoma, y ante todo identificarlo de forma adecuada.
- Asegurarse de que la sangre no procede de la región nasofaríngea, de la región de la boca, o del aparato digestivo, y que realmente la sangre expulsada al exterior viene del aparato respiratorio en su región inferior.
- Ver las características de la sangre expulsada y valorar: color, si aparece con esputo o saliva, si siempre aparece tras la tos, y si hay algún otro tipo de problema o síntomas acompañantes.
- Evaluar la cantidad de sangre emitida, para identificar hemoptisis leves, moderadas o graves (si aparece en forma de sangrado abundante o hemorragia masiva, puede constituir una urgencia vital).
Diagnóstico de la hemoptisis
El diagnóstico de certeza de una hemoptisis requiere siempre un estudio pormenorizado del paciente, con el análisis de la expectoración además de otras posibles pruebas que el médico podrá indicar (radiografías, TAC, broncoscopia…).
También es importante la exploración física de la persona, comprobando: edad, hábito tabáquico, síntomas y signos presentes, tratamientos y posibles enfermedades o patologías previas (sobre todo de tipo respiratorio). Todo esto es necesario para identificar la causa concreta de la hemoptisis.
Es importante saber
La mayor parte de las hemoptisis son leves-moderadas, no supone un riesgo inmediato para la salud, pero es esencial su estudio exhaustivo y control del paciente. Las hemorragias graves deben ser identificadas, y sobre todo atendidas y tratadas con urgencia.
Las causas y origen del sangrado suelen ser: procesos de tipo infeccioso, inflamatorio o irritativo (como neumonías, bronquiectasias, bronquitis crónica), o también puede ser una primera manifestación de un cáncer de pulmón.
Todo lo anterior permite al equipo médico elegir la opción de tratamiento más adecuada, no solo para eliminar o minimizar este síntoma. También permite conocer y tratar la enfermedad que lo originó.
Permite a veces identificar un cáncer y tratarlo antes, ya que de otra forma hubiera crecido excesivamente antes de provocar otras manifestaciones o síntomas más evidentes que lo hubieran llevado al diagnóstico.