¿Cómo comer de forma consciente?
Para llevar a cabo una alimentación consciente en tu día a día es necesario prestar atención a tu forma de comer de un modo integral. A continuación te indicamos una serie de consejos y pautas que pueden ayudarte:
- Si no tienes hambre, no comas. Es preferible ser consciente de las señales que tu cuerpo envía de apetito y saciedad en vez de comer según la hora del reloj. Hay que aprender a separar el hambre real del hambre emocional.
- Pon atención a lo que estás comiendo. Elimina las distracciones innecesarias mientras comes, como usar el móvil, la televisión u otros aparatos electrónicos (Tablet, portátil, etc.).
- Come tranquilo y sin prisas. No estés pendiente del reloj. Es importante que dediques el tiempo necesario para comer y que sea en un ambiente tranquilo, relajado y agradable. Por ejemplo, no desayunar deprisa porque llegas tarde al trabajo.
- Mastica despacio y saborea los alimentos. Dedica tiempo a cada bocado, así serás consciente de lo que estás comiendo y la digestión será más fácil. Aprecia con los cinco sentidos lo que estás comiendo. Nota el sabor y la textura de los alimentos.
- Come en un entorno lo más agradable posible. Por ejemplo, que sea luminoso, tranquilo, ordenado… Es preferible comer en compañía de amigos o familiares.
Seguir estas pautas de alimentación consciente no es algo que se cambie de un día para otro. Pero teniendo ganas y algo de tiempo puede conseguirse para llevar una alimentación mucho más saludable y que evite problemas digestivos y de salud.
Beneficios para la salud de la alimentación consciente
La alimentación consciente tiene múltiples beneficios sobre la salud, entre los que se encuentran:
- Ayuda a prevenir la obesidad. Al comer por sensación de hambre y no por horario, comemos exactamente lo que necesitamos y evitamos atracones que puedan derivar en obesidad. Además, al presentar atención a lo que estamos comiendo y saborear cada cucharada, podremos saber en qué momento estamos saciados y evitaremos ingestas excesivas.
- Mejora la digestión. Comer tranquilo, sin prisas y masticando despacio puede evitar indigestiones o digestiones pesadas.
- Evita antojos. Ser conscientes de lo que estamos comiendo nos permitirá analizar lo que comemos día a día, dándonos cuenta de que muchas de las veces que comemos no lo hacemos por necesidad real de hacerlo sino por antojos. Siguiendo una alimentación consciente podremos detectar estos antojos y alimentarnos cuando el cuerpo nos envíe señales de apetito.
- Mejora el bienestar psicológico. El 90% de la serotonina, la hormona de la felicidad, se encuentra en nuestro estómago. Los pensamientos negativos sobre el aumento de peso o comer alimentos poco saludables pueden generar ansiedad. Cuando comemos conscientemente estamos eligiendo cuándo comer sin culpa, escuchando a nuestro cuerpo y ofreciéndole lo que pide, no dándole estimulantes para acallarlo.
- Reduce el estrés y la ansiedad. Evitar comer de forma compulsiva nos permite ser más conscientes de nuestras emociones. Ser conscientes de lo que comemos nos ayuda a reducir los sentimientos de estrés y ansiedad.
- Optimiza las cantidades. Muchas veces comemos más de lo que necesitamos. Ser conscientes de lo que estamos ingiriendo nos puede ayudar a detectar la cantidad de comida que realmente necesitamos.
La evidencia científica señala que la alimentación consciente ayuda a consumir menos calorías y porciones más pequeñas, se pierde significativamente más peso, evita los antojos y se reducen los atracones, el IMC (índice de masa corporal) y la ansiedad. Además, la alimentación consciente aumenta el bienestar psicológico, mejora la digestión y ayuda a seguir una alimentación más saludable.