Estudio de la resistencia a los tratamientos en la leucemia mieloblástica aguda
La leucemia mieloblástica aguda (LMA) es una enfermedad resultante de la transformación maligna de células sanguíneas. Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de múltiples alteraciones genéticas, siendo el subtipo de leucemia aguda más común en pacientes adultos. Pese a décadas de investigación, sigue siendo una de las enfermedades malignas de las células sanguíneas más graves. Aunque a un 60-80% de los pacientes les desaparecen todos los signos y síntomas del cáncer, más de la mitad de ellos termina recayendo debido a que hay células tumorales que resisten el tratamiento., Además, las tasas de supervivencia no superan el 40-50% a los 5 años en pacientes jóvenes, estando por debajo del 15% en pacientes mayores de 65 años.
Los tratamientos para estos tumores han cambiado poco, aunque en las últimas décadas se han desarrollado estrategias adaptadas en las que la intensidad del tratamiento depende de factores biológicos de los pacientes, en otras palabras, se intenta ajustar el tratamiento a sus condiciones.
Este proyecto representa un estudio biológico completo realizado en una serie amplia de pacientes con este subtipo de leucemia. Aportará información para poder estudiar y entender los mecanismos que hacen que las células leucémicas se vuelvan resistentes a la quimioterapia. Conocer estos mecanismos podría ser clave para identificar nuevos tratamientos adaptados a cada paciente.
Este subtipo de leucemia, al tener un pronóstico favorable por afectar fundamentalmente a pacientes más jóvenes (a diferencia de otras leucemias) y al ser sensible a la quimioterapia clásica, es una enfermedad con alto potencial para ser tratado con éxito con el arsenal terapéutico del que disponemos en la actualidad. Por este motivo, es muy importante estudiar esta enfermedad para comprender los mecanismos de resistencia a la quimioterapia.
Además, sabemos que una correcta clasificación de los pacientes en base a las características de su tumor y su pronóstico, permitirá un tratamiento adaptado al riesgo, es decir, más intensivo en aquellos en los que la enfermedad a pesar de estar controlada (remisión completa), siga presentando células residuales leucémicas detectables.
Al contrario, aquellos pacientes que tengan una respuesta de mayor calidad y profunda tras el tratamiento convencional (en el que quedan residuos de células tumorales que no se pueden detectar) podrían recibir una quimioterapia tras la remisión completa menos intensiva ahorrando toxicidad a estos pacientes. El objetivo es identificar y caracterizar las células de la leucemia que son resistentes, es decir aquellas que no desaparecen tras la quimioterapia que reciben los pacientes. Estas células son las responsables de la recaída de la enfermedad, por lo que estudiarlas supone desvelar los mecanismos de resistencia y por lo tanto tener la oportunidad de adaptar los tratamientos en el futuro.
Para llevar a cabo dicho objetivo se analizan muestras de sangre y médula ósea de pacientes durante diferentes fases de la enfermedad (al diagnóstico, tras el tratamiento y en la recaída o progresión de la enfermedad).