Vapers y cigarrillos electrónicos: lo que deben saber las madres y los padres

Según últimos datos de la encuesta Estudes, los alumnos de entre 14 a 18 años, reconoce haber consumido alguna vez en su vida cigarrillos electrónicos (54,6%). Y se observa como el riesgo percibido es el más bajo de los analizados (38,8%) (ESTUDES, 2023).

Riesgos vapeadores

¿Qué es un vaper o cigarrillo electrónico?

Los cigarrillos electrónicos también se conocen popularmente como “vapers”, utilizado como estrategia de marketing para no usar el término cigarrillo electrónico y huir de las connotaciones negativas que pueden tener los cigarrillos tradicionales. Además, para intentar asociar el producto con la idea de que el vapor de agua es inocuo. Pero debemos ser conscientes de que estos productos no generan vapor, sino aerosol, es decir, pequeñas partículas sólidas suspendidas en un gas.

Ambos productos, igual que el tabaco convencional o el calentado, han sido creados por la industria tabaquera y son nocivos para la salud.

 

¿Qué contiene un cigarrillo electrónico?

Los vapeadores pueden tener nicotina o no, pueden ser de un solo uso, recargables de formas y tamaños diferentes, así como pueden tener sabores y colores muy atrayentes para los más pequeños de la casa. Estemos atentos porque cambian constantemente y pueden ser la puerta de entrada a otras sustancias dependientes como el tabaco, el cannabis u otras. 

 

¿Existen vapeadores para niños?

Aspectos para tener en cuenta para los adultos en relación con los hábitos de los menores:

  • Estos dispositivos pueden tener formas muy distintas y atrayentes para niños y jóvenes. ( Ej.: forma de animales, frutas, alimentos, pen drive, relojes…)
  • Es difícil de percibir el olor, porque el aerosol no deja mucho rastro oloroso.
  • En las redes sociales se publicitan mucho por medio de influencers y otros tipos de publicidad.
  • Son nocivos para la salud, tengan o no nicotina.
  • Crean un hábito conductual de cogerlo con la mano, llevárselo a la boca, aspirar y expulsar el aerosol. 
  • Relacionarán el “vapeo” con determinados momentos, relaciones sociales, emociones... y fortalecerá a la larga este consumo.
  • Puede ser una puerta de entrada al consumo del cigarro convencional en un futuro.

 

Si mi hijo/a vapea, ¿qué puedo hacer?

  • Hablar sobre el tema abiertamente: aplicando la escucha activa y la empatía.
  • Ayudarle a poner un día para dejar de fumar.
  • En caso de no poder dejarlo sólo/a pedir ayuda a profesionales sanitarios expertos en el tema. En la Asociación Contra el Cáncer os podemos ayudar.
     

 

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