No perdiste mamá, porque para ti rendirte jamás fue una opción.

Hace 3 años

Hola a todos, Soy María y tengo 25 años. Hace un mes perdí a mi madre, empezó con un cáncer de mama bilateral agresivo que enfrentó con toda la esperanza y la fuerza del mundo pero tras un año y medio de lucha una metástasis cerebral apagó su luz. Compartir mi historia con gente que ha vivido esto me ayudará mucho en mi duelo. Nunca he escrito ni buscado ayuda pero creo que este es el momento. No es mi primera pérdida, hace 15 años mi padre nos dejó después de luchar contra un cáncer renal que terminó en metástasis ósea. Creo que en ese entonces la inocencia me ayudó mucho a afrontar su pérdida. Esta vez es muy diferente porque he sido consciente de toda la situación, incluso más que ella. Pero lo que me rompe por dentro es el recuerdo de su deterioro. Todo empezó con una mamografía anual que no salió bien, recuerdo perfectamente el 3 de Diciembre que mi madre me dijo por teléfono que tenía cáncer de mama bilateral. Yo vivía en Madrid por la universidad y ella en Galicia, 600 km de por medio me habían impedido estar a su lado en ese momento. No tenía antecedentes, lactancia tardía, no fumaba, ni consumía alcohol, dieta saludable y hacía ejercicio. Nadie habría imaginado que ese infierno nos tocaría otra vez. Dos operaciones: tumorectoía que no surtió efecto y posterior mastectomía bilateral. Mi vida se resumía en videollamadas constantes y dos vuelos semanales a las cinco de la mañana para llegar a tiempo a sus quimios a las nueve. En un año solo falté a una y todavía me siento culpable de ello, aún no estando en mi mano. Cuando parecía que la vida empezaba a sonreírnos empezaron los dolores de cabeza, los mareos, las pérdidas de equilibrio. Ni siquiera tuvimos tiempo de esperar a la cita de TAC porque mi madre no se sostenía en pie, el diagnóstico fue el peor de todos, afectación cerebral con múltiples metástasis. Ese día me dió tal ataque de ansiedad que solo recuerdo tomar rivotril obligada por las enfermeras para posteriormente limpiar mis lágrimas y entrar a la habitación para agarrar su mano y decirle que todo iba a salir bien, que no pasaba nada. Cinco sesiones de radio y nueva quimio, el edema disminuía y mi madre, aunque tenía menos fuerza, recuperó de nuevo la esperanza. Creo que nunca fue consciente de que lo más positivo que abarca una metástasis cerebral es un cáncer crónico. Desde Octubre de 2019 hasta el 9 de Julio de 2020 la vida de mi madre transcurrió normal, quimio cada 21 días y corticoides. Cansancio y retención de líquidos pero una vida autónoma dentro de lo que un cáncer permite. El día 9 a las 17:00 me metí a la ducha y cuando salí me encontré a mi madre deambulando por el pasillo. Fue como si le diese un ictus. En todo el trayecto al hospital solo se reía. Una vez allí el diagnóstico me rompió en mil pedazos. El edema era tan grande que no podía valerse por sí misma. La afectación cerebral era irreparable, no sabían si serían horas o días pero mi madre ya no volvería a casa. Cáncer terminal. Me sentí tan sola, tan desbordada, tan vulnerable. Siempre leía testimonios y creía que nuestro caso sería distinto, la esperanza supera siempre a la realidad. Pero era consciente, yo sabía que en el mejor de los casos aspirábamos a algo crónico. Leía, leía mucho, me dedico a algo totalmente diferente a la medicina pero os prometo que se demasiado del cáncer de mama, de sus tipos, de su tratamiento, de medicamentos y de afectaciones y metástasis. Por ello una parte de mi, aunque fuese mínima, esperaba lo peor. Probaron con corticoides en altas dosis para conseguir un rendimiento pico que poco a poco iría dejando de funcionar. Recuerdo que mi madre sedada no soltaba mi mano. El día que se despertó, generé una falsa esperanza, preguntó si el Madrid había ganado la liga y siguió durmiendo. La siguiente vez ya me di cuenta que no era ella. No tenía ni idea de lo duro que sería el próximo mes. Los corticoides hicieron más efecto de lo que esperaban y con su pronóstico de vida y estado delicado nos deribaron a cuidados paliativos. No sé como serán en el resto de España pero os aseguro que en plena pandemia mundial y en una unidad tan delicada como es esa nunca me sentí tan mal. Había días que sentía que molestabamos. Como si tuviésemos una fecha estimada de partida y la hubiésemos superado. En cuanto a mi madre fue con diferencia el peor mes de mi vida, me insultaba, me pegaba, me arañaba y un largo etc que solo de recordarlo me rompe. Pero todo ese mal trago lo compensaba cuando tenía un momento de lucidez y veía que seguía un poquito de lo que fue en su interior. Ojalá la hubieses conocido, era una mujer maravillosa, trabajadora, valiente y muy fuerte. Hizo de madre y de padre, luchó cada día por sacarme adelante y jamás se rindió ante nada. Tenía una risa maravillosa y una fuerza de voluntad admirable. El día que la despedimos fue el atardecer más bonito que vi jamás. Estábamos muy unidas y todavía estoy tratando de aprender a vivir sin ella. Sigo en shock con toda la situación pero intento ser fuerte, aunque a veces se me complica por que la echo demasiado de menos. Gracias a cada persona que leyó completa nuestra historia. Y si estás pasando por algo parecido te mando mucha fuerza. Como decía mi madre “todo pasa” ni lo bueno dura siempre ni lo malo tampoco. Te quiero mamá.
Hace 3 años

https://amaneceresdeescarcha.wixsite.com/website/post/consejos-para-ela… esta chica perdió a su madre también recientemente y sus consejos son muy valiosos

Hace 3 años

María lamento por lo que has tenido que pasar. Mi madre falleció también de cáncer y sé lo duro son esos momentos que se quedan tan grabados en la memoria, por suerte la mente con el tiempo es selectiva y aunque te parezca ahora mismo que es algo imposible de olvidar con el tiempo los buenos recuerdos predominarán sobre los tristes y podrás tenerla presente en tu vida con una sonrisa, te acompañará en cada paso, en cada decisión importante en tu vida, aunque ahora la echas de menos y te sientes sola llegará un momento que la sientas cerca en tu corazón y podrás sentirte dichosa por ello.

Hasta entonces es un camino que irás haciendo como mejor puedas, cada uno tiene su ritmo, su proceso, aquí estamos para leerte y acompañarte siempre que lo necesites.

Me han hablado muy bien de Anji Carmelo y su libro  Déjame llorar, tiene una página con algunos testimonios que pueden serte de ayuda http://www.dueloanjicarmelo.com/duelo/Present.htm aquí también he encontrado varios libros que pueden ser interesantes http://www.fundacionmetta.org/recursos.php

Espero que te sea alguno de utilidad. Un abrazo

Hace 3 años

Se nota que estas muy orgullosa de tu madre y que la quieres muchísimo. Ahora toca seguir adelante. Siento muchísimo lo ocurrido y te deseo toda la fuerza del mundo.

Hace 3 años

María, lo sentimos muchísimo. Si necesitas ayuda en estos duros momentos, llámanos al 900 100 036. Un abrazo  

Hace 3 años

Lo siento muchísimo.... una historia muy triste, infelizmente la vida debe seguir... un forte abrazo ?