Unos consejos...

Hace 12 años

Cuando has querido a una persona de verdad, y de la noche a la mañana te la arrebatan: sientes como algo de tí se iría con ella, mientes al contestar „estoy bien“, disimulas tu dolor y callas por error.
Hay que sentír dolor, si, pero nunca callárselo, pues ese silencio te come vivo por dentro; es algo que hay que expresar para que te ayuden a salír del mal trago, para que te comprendan si de repente tu rostro cambia de expresión, para que entiendan tu mal humor.
Pues sino, te pasará lo mismo que a la que escribe estas líneas:
„-Por qué a mi?“- te preguntarás, y sentirás tal rabia, que no harás más que sentirte triste, mal, desesperado.....ante algo que no puedes cambiar, arreglar, ó por lo menos olvidar.
Hazme caso, tienes que hablar, expresar tu dolor, tener fuerza para decir: „No aguanto mi situación“. Y te digo de verdad, que siempre hay alguien que te escucha, alguien que te atiende, alguien que te comprende.
Debes mirar hacia adelante, pero nunca olvidando el „ayer“; debes pensar en tí, pues es una de las cosas que más te ayudarán; no pienses que el mundo se acaba, pues en la calle la vida sigue igual, y habrá muchas personas que sufran en silencio como tú. Así que recuerda, lucha por ser felíz.
Todo esto es la teoría de „cómo saber afrontar el dolor“, otra cosa es su puesta en práctica; pues pocos solemos olvidar, y pocos nos sabemos desahogar.
Yo lo hago en esta líneas, cuando nadie me ve, ní nadie me escucha; lo hago los días en que estoy tan triste que todo se ve gris a mi alrededor. Lo hago cuando me siento sola.
Esta es mi manera de llorar en silencio, de callar, y de preguntarme una y otra vez:“Por qué a mi?“.
Perdóname si no te se dar un buen ejemplo, a pesar de haberte dado la teoría.
Perdóname si te he mentido cuando ni yo misma sigo esos consejos.
Perdóname, pero yo no la olvido, la echo de menos, en fín: la sigo queriendo.
Yo soy de las que sigue sintiendo el vacio que dejó su pérdida,
Yo soy la que calla y disimula lo mejor que puede su dolor.
yo soy la que al preguntarle: „Qué tal?“, siente un nudo en la garganta, rabia por la impotencia, envidia de lo que fué el pasado y miedo de lo que será el futuro; e intentando que no cambie el tono de su voz y riendo falsamente, hoy después de cinco años y medio, todavía contesta: „Estoy bien“.
(7-11-1.995)
Hace 12 años

El dolor anímico, y la tristeza que nos produce la pérdida no asimilada de nuestros seres más queridos, es algo así como el producto de una mala digestión, que si no se expulsa al exterior termina por hacerse tóxico en nuestro organismo; Es algo así como un demonio o un mal espíritu que nos corroe por dentro y al que es necesario exorcizar, para volver a recuperar la normalidad.

A veces ello se produce por un extraño sentimiento de culpa, con escaso fundamento racional, como casi todos los sentimientos. Otras por encontrarse tan íntimamente vinculado con el ser perdido, que esa pérdida te hace sentir como un arbol al que le hubieran amputado las raíces. Por ello es tan importante como dificil, muchas veces, detectar la verdadera y profunda causa del dolor y la tristeza, cuando transcurrido un tiempo en que razonablemente la "herida" debería haber cicatrizado, aquellos persisten con igual o incluso mayor intensidad que el primer día.

La vida social, el temor a sentirse incomprendido etc. nos fuerza muchas veces a no expresar y canalizar hacia exterior esos sentimientos, que siendo normales en principio pueden convertirse ene tóxicos sino conseguimos asimilarlos o expusarlos y pueden llegar a envenenar nuestras vidas.

Por la fecha con que finalizas tu comentario, deduzco que tu testimonio es algo pasado y en cierta medida superado; aunque por tu juventud cuando todo ello sucedió ha debido de resultar especialmente duro y dificil.

Un saludo y PA´LANTE

Hace 12 años

Sólo decirte que tu madre estará muy orgullosa de tu amor hacia ella, pero lo que más sentería y le haría un dolor enorme es verte triste. Sigue tu camino , procura ser feliz que es lo que más desearía ella.Cuando nos visita este mal te puedo asegurar como madre que lloré más pensando en el dolor que iban sentir mis hijos que en mi misma, y si alguna vez tengo que morir le pido a Dios que ellos puedan superar la pérdida, ya tuvieron que superar la del padre pero estaba yo ahí haciendo todo lo que podía para que no fuera tan dolorosa, por eso pido a Dios que me deje hasta que tenga hijos porque eso te hace seguir adelante..Un besiño.

Hace 12 años

Las heridas cicatrizan bien tarde, pero te doy el mismo consejo que le doy a a la chica del escrito anterior, con martirizarse no adelantamos nada, ademas que a tu madre no le gustara verte en ese estado, las cosas es verdad que pasan sin razón y que cuesta mucho asimilarlas, pero alrededor tenemos a mas personas a las que nos debemos y que si nos ven de sufrir o tristes, tambien influye en sus animos . Levanta animos y no dudes en buscar ayuda . MUCHA FUERZA