Hace 3 años

Mi padre el pasado mayo ingresó en el hospital con una pancreatitis. En una de las radiografías que le hicieron un médico ya nos advirtió de unas manchas en el pulmón. En un principio no le dimos mucha importancia porque el foco de nuestra preocupación era el tema del páncreas.

Después de unos días ingresado la pancreatitis fue mejorando y los médicos empezaron a darle prioridad a las manchas de la radiografía. Le hicieron un TAC y ya el médico antes de hacerle la biopsia nos avisó que la cosa no tenía buena pinta.

Le hicieron la biopsia y se confirmaron los peores pronósticos: cáncer de pulmón de células pequeñas, además por su situación dentro del pulmón no se podía operar, ni se podía dar radioterapia con intención de curarlo. Se nos vino el mundo encima, recuerdo dos palabras que casi me matan cuando las escuché: tratamiento paliativo.

Mi padre se vino abajo, mi madre igual, yo intentando mantener la compostura delante de ellos pero llorando todo el rato por detrás, dejé de comer prácticamente porque realmente se te cierra el estómago y todas las cosas pasan delante de tus ojos sin que apenas te enteres. 

Además, mi padre dos semanas antes de la pancreatitis tenía dolor en el muslo de la pierna izquierda. Por supuesto en lugar de mandarle una simple radiografía lo atiborraron a pastillas. Como no hacían nada pasaron a la cortisona, nada... En esas fue cuando le pasó lo de la pancreatitis y todo lo demas.

Después de esto, poco a poco nos fuimos levantando, llegó el momento que incluso nos autoengañamos, pensábamos que aunque no se curara del todo, al menos se podría parar...

Empezamos con la oncóloga. Hemos tenido la suerte de encontrarnos con buenísimos profesionales, pero está persona no era uno de ellos. El primer día le comentamos lo del dolor en la pierna y no le dio la más mínima importancia. Empezó el tratamiento sin tener aún el diagnóstico completo. La segunda consulta se lo volví a comentar y dijo que siguiera tomando analgésicos. Le dije yo que si no sería adecuado hacerle una Gammagrafía ósea, y ella me dijo que si no se la habían hecho ya, a lo que le respondí que ella era la oncólogaqie lo trata, cómo podía no saberlo... Al final conseguimos que se la prescribiese, resultado cáncer de pulmon con metástasis en el fémur...

No es mi intención desahogar mis penas con el sistema sanitario, pero sinceramente se podrían mejorar muchísimas cosas. Por desgracia me da para escribir un libro con todo lo que nos ha pasado.

Bueno, después de 6 sesiones de quimio, una operación en el fémur, una sesión de radio en la pierna y 5 de radio en el pulmón mi padre mejoró, consiguió andar sin muletas y en general estaba bien. Eso fue hace un mes aproximadamente. Lo siguiente que había que hacerle era un TAC para ver los resultados del tratamiento. Otra vez la maravillosa sanidad: había que esperar unos dos meses.

Bueno, no viene mal un tiempo disfrutando de su relativa buena salud... Pues no, hace unas dos semanas empieza un dolor en la espalada. Va al médico y otra vez, pastillas y más pastillas. Me presento en la consulta de la oncóloga que como es solo una vez a la semana (viva la sanidad pública de Andalucía) y ponen el tema del TAC como preferente. Da igial, dos semanas después y seguimos esperando. Los dolores aumentan. No sabemos que hacer. Lo llevo a urgencias, radiografía donde no se observa nada nuevo en los huesos. Le pregunto al médico que sí también se descarta algo en el hígado y me dice que no, pero que para eso haría falta un tac y en este momento es imposible hacerselo porque está saturado. Solución, todavia mas pastillas por si acaso es una contractura... De risa. Las pastillas no hacen nada, el dolor aumenta, vamos al médico de cabecera ya desesperados, y en las mismas radiografías donde el otro médico no vio nada, este ve una manchita sospechosa en el hígado. Mundo abajo de nuevo. Intento convencer a mi padre de volver a urgencias para conseguir que lo ingresen y adelantar el TAC pero claro, es viernes y en el hospital de Antequera en urgencias los fines de semana baja considerablemente el personal médico y lo que le espera a mi padre si vamos son unas 6 horas de sillón duro, por lo que él pobre no quiere ir. 

Y en eso estoy. Con el teléfono al lado de la oreja por si el dolor se hace tan insoportable que me llaman para que lo lleve al calvario de las urgencias en fin de semana.

Es una situación muy difidif, la peor de la vida con diferencia. No sé si se puede considerar mi estado como de depresión, pero debe ser lo más parecido. Hay muy poco asesoramiento en la sanidad pública. Nada de terapia para mí padre o para nosotros para ayudarnos a enfrentarnos a algo tan duro. 

Escribo estas líneas intentando en cierta forma desahogarme pero si tengo que ser sincero de momento no me sirve. Gracias a todos por leerme. 

 

Hace 3 años

Hola Carvajal,

Cómo sigue tu hermano?

Hace 4 años

Hola Carvajal

Mi hermano también tiene cáncer de pulmón microcitico,se lo diagnosticaron hace 11 meses con 46 años y sin haber fumado nunca. Sigue luchando día a día pero este tipo de cáncer es muy agresivo y sigue hacia delante sin contemplaciones. El tratamiento de la quimio no le ha funcionado y actualmente tiene metástasis en el hígado. Hoy a empezado un nuevo tratamiento. Tu padre cómo sigue.

Un saludo.