La trabajadora social de la Asociación Española Contra el Cáncer en Madrid Raquel Aperador fue la encargada de presentar la comunicación ‘Abordaje Multiprofesional del paciente paliativo y su entorno. Caso práctico’, realizada por Paloma Sanz, Laura Esteban y ella misma, en el transcurso del 7º Congreso de Trabajo Social de Madrid, organizado los días 8 y 9 de junio por el Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid bajo el título ‘¿Qué Herramientas, para qué Trabajo Social?’.

Las profesionales de la Asociación quisieron mostrar en el centro cultural ‘Adolfo Suárez’ de Tres Cantos, donde se celebraron las jornadas, un paso más en los cuidados paliativos, dando a conocer su experiencia en el día a día, teniendo siempre como referencia la búsqueda permanente de la calidad de vida de los pacientes.

La comunicación situó en la actualidad el servicio de cuidados paliativos que existe en la Comunidad de Madrid, formado por once Equipos de Soporte de Atención Paliativa Domiciliaria (ESAPD) de titularidad pública y seis Unidades de Cuidados Paliativos Domiciliarias (UCPD AECC) concertadas con la Asociación Española Contra el Cáncer en Madrid, estas últimas ubicadas en el hospital La Paz, Aravaca y Espronceda (Chamberí), en Madrid; además contar con las radicadas en Alcorcón y Móstoles.

De las ayudas aprobadas en la Asociación, las estrictamente económicas ocupan el porcentaje más alto: 36%, seguido muy de cerca del servicio de ayuda a domicilio, en un 32%. El resto de apoyo se resume en material ortoprotésico, el 27%, y en menor medida, en medicación y transporte en un 4% y 1%, respectivamente.

El perfil del caso presentado fue un octogenario derivado a cuidados paliativos en 2020

La ponente presentó un caso práctico como eje de la comunicación. El perfil de un hombre de 80 años, con un nivel económico medio, derivado a una unidad de cuidados paliativos en 2020, con escasa red de apoyo y que vive con su esposa con deterioro cognitivo.

Ante esto, las trabajadoras sociales de la Asociación detectaron unas primeras necesidades ante una falta de apoyo familiar o la disminución de su autonomía; para continuar, con una valoración de la situación, búsqueda de una plaza de residencia temporal para su esposa, presencia de voluntariado o tramitación de la Ley de Dependencia. Tras estos dos primeros pasos, la situación tenderá a estabilizarse, ya conocido el grado de dependencia, y volverá, meses después, a generarse señales de alarma sanitarias y psicosociales.

Con un abordaje multiprofesional de la deriva de la situación de este paciente octogenario, Raquel Aperador dio a conocer las conclusiones del trabajo a las que se llegó, que se resumen en una valoración de las ayudas económicas, en orientación y apoyo en gestión de recursos públicos y privados y en ayudas técnicas, como la adaptación de la vivienda. "Queremos dar el valor al equipo multiprofesional en las unidades de cuidados paliativos, para tener una detección de necesidades de todos los profesionales, aunque cada uno valore desde su ámbito profesional, pero trabajando siempre en equipo, poniendo siempre al paciente en el centro y a su familia".

Este congreso, al que han acudido unos 250 trabajadores sociales, no se llevaba a cabo desde antes de la pandemia de covid.-19. "Ha sido un momento de unión de todos los trabajadores sociales de Madrid, y de poder visualizar cómo la Asociación trabaja con pacientes paliativos a través de nuestras unidades, que cuentan todas, entre sus profesionales, con la figura del  trabajador social", añadió.