Con la quimioterapia
Es frecuente que durante el tratamiento con quimioterapia se presenten alteraciones, generalmente de poca importancia, en la piel y las uñas.Estas alteraciones consisten en la aparición de prurito (picor), eritema (color rojo de la piel), sequedad, y descamación. Las uñas se vuelven de coloración oscura, quebradizas, rompiéndose con facilidad y suelen aparecer bandas verticales en ellas.
Con la radioterapia
La piel de la zona que recibe radiaciones puede sufrir alteraciones y cambios a lo largo del tratamiento, muy similares a una quemadura solar. Tras 2 ó 3 semanas de radioterapia aparece una coloración rojiza (eritema) en la piel de la zona de tratamiento. Según avanza el tratamiento esa área va adquiriendo una coloración más pigmentada y oscura, que desaparecerá en uno o dos mese tras finalizar la terapia.
Recomendaciones
Cuando recibes tratamiento con radiaciones es importante que cuides, desde un principio, la piel de la zona donde vas a ser tratado y debes tener en cuenta:
- No te cubras la piel de la zona de tratamiento con tiritas, esparadrapo, etc, ya que al despegarlos puede dañarse la piel.
- Antes de aplicarte alguna crema o loción consulta con tu oncólogo radioterápico.
- Si la axila está incluida en la zona de tratamiento evita depilarte o ponerte desodorante.
- En el caso de radioterapia sobre el cuello o cara es recomendable afeitarse con maquinilla eléctrica, evitando cuchillas y la loción tras el afeitado.
En general:
- Mantén la piel limpia y seca. La zona de la radiación ha de lavarse con un jabón neutro y secarla sin frotar.
- Si tienes la piel seca evita baños calientes prolongados, que resecan más la piel.
- Evita lociones cutáneas que contengan alcohol.
- Utiliza cremas hidratantes diariamente ricas en aloe vera.
- El sol puede potenciar los efectos de la quimioterapia en la piel (fotosensibilidad) y dañar la piel de la zona de tratamiento con radioterapia. Es importante evitar exponerse directamente al mismo, para ello puedes utilizar sombreros, sombrillas, camisetas de manga larga, protectores solares, etc. (Con radioterapia sólo es necesario proteger de forma especial, la zona que ha recibido la radiación)
Si estos efectos secundarios te resultan muy molestos no dudes en comentárselo a tu oncólogo radioterápico o a tu oncólogo médico para que te indique el tratamiento más idóneo.