FUGA ANASTOMÓTICA TRAS LA CIRUGÍA DE CÁNCER DE COLON: ¿PODRÍA SER LA MICROBIOTA LA RESPONSABLE?
El cáncer colorrectal es el tumor maligno más prevalente en España y la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo. Se puede curar mediante cirugía en el 90% de los casos si se detecta en una etapa temprana. Sin embargo, existe una complicación frecuente de la cirugía colorrectal, conocida como “fuga anastomótica colorrectal”. Los pacientes que sufren esta complicación suelen necesitar de una nueva intervención quirúrgica y, en ocasiones, también puede suponer el ingreso en la UCI.
Otra complicación grave es el aumento de la recidiva local del tumor asociada a la fuga anastomótica y su impacto en la salud mental, ya que la presencia de una ostomía (una abertura creada quirúrgicamente en el cuerpo para la descarga de desechos corporales) obliga a cambiar los hábitos de estilo de vida y, en ocasiones, los pacientes y sus familiares nunca se adaptan a esta nueva realidad.
A pesar de los avances y mejoras realizadas en los últimos años en la técnica quirúrgica, la fuga anastomótica todavía aparece en algunos pacientes. ¿Por qué aparece fuga en algunos pacientes y en otros no? ¿Es posible predecir su desarrollo? ¿Podemos modularlo o tratarlo de una forma sencilla y no invasiva? Nuestro estudio tratará de responder a estas cuestiones.
El papel de la microbiota intestinal (bacterias y otros microorganismos de nuestro intestino) en la salud ha generado mucho interés en los últimos años. Nuestra hipótesis es que la microbiota intestinal basal del paciente que va a someterse a una cirugía de colon viene determinada por su estilo de vida (dieta, antibióticos) y puede sufrir cambios importantes por el estrés prequirúrgico y/o por la propia cirugía. Estas modificaciones pueden asociarse con una mayor incidencia de fuga anastomótica. La identificación de bacterias o moléculas derivadas de la microbiota involucradas en la fuga podría ser útil para llevar a cabo un diagnóstico y manejo clínico rápido y personalizado. Además, la modulación de la microbiota intestinal con algo tan simple como unos “probióticos” podría ser una opción interesante para prevenir o tratar la fuga y, con ello, mejorar la salud y esperanza de vida de estos pacientes.