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Entendiendo la comunicación entre células del tumor que limita la eficacia de la terapia antitumoral
A lo largo de la evolución, hemos desarrollado estrategias que nos permiten defendernos de la proliferación de células que porten alteraciones como consecuencia de múltiples tipos de agresiones. La apoptosis opera como un sistema de limpieza que elimina de manera controlada y rápida las células dañadas, mientras que la senescencia impone un freno a la división celular para impedir que las células dañadas puedan expandirse.
En el contexto de la terapia del cáncer, el objetivo es dañar a las células del tumor para conseguir que mueran y desaparezcan. Sin embargo, muchas de estas células tumorales dañadas entran en este segundo proceso de senescencia celular, lo que limita la eficacia de la terapia.
Además, en nuestro laboratorio estudiamos la comunicación que se establece entre las células que mueren y el resto de las células del tumor. Observamos que las células moribundas señalizan a su alrededor antes de desaparecer de manera que se induce senescencia en el resto de las células cancerosas. Esto conduce a la supervivencia de células tumorales dañadas, que suponen un riesgo de recrecimiento del tumor.
Entender la manera en la que las células se comunican podría permitirnos evitar la aparición de estas células tumorales senescentes y, con ello, completar una terapia más efectiva y definitiva.