Análisis de fragmentos de ADN tumoral presentes en sangre para predecir el éxito de la radioterapia y la inmunoterapia en el cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón es uno de los cánceres más frecuentes y con una baja tasa de supervivencia. Por ello, es de suma importancia comprender mejor esta enfermedad y mejorar los abordajes clínicos, ya que podrían tener un verdadero impacto en el pronóstico de los pacientes. Dado que las principales opciones de tratamiento contra el cáncer de pulmón utilizan la radioterapia y las terapias sistémicas, incluidas las inmunoterapias, este proyecto tiene como objetivo encontrar biomarcadores para predecir la respuesta de los pacientes y explotar otros medicamentos aprobados que podrían potenciar su efectividad.
Nos centraremos primero en comprender cómo los nucleótidos, las moléculas que forman el ADN, o la información genética necesaria para generarlos, podrían transferirse desde el tumor pulmonar irradiado a las células vecinas y trataremos de entender cómo afecta esto al resultado terapéutico. Para ello estudiaremos los nucleótidos o fragmentos de ADN presentes en la sangre de los pacientes (lo que se conoce como biopsia líquida). Esperamos que estos fragmentos de ADN presentes en la sangre sirvan de indicadores que ayuden los médicos a decidir si el paciente responderá a este tratamiento o si se debe recomendar otro enfoque.
Por otro lado, en los últimos años se ha avanzo mucho en inmunoterapia, un tratamiento novedosas que potencia el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Aunque la inmunoterapia está dando resultados esperanzadores, no todos los pacientes responden igual y hay casos en los que no es eficaz. En este respecto, existe una falta de conocimiento para seleccionar qué pacientes se beneficiarán de este novedoso tratamiento. Como los desequilibrios de nucleótidos afectan a la activación del sistema inmunitario, también estudiaremos el mecanismo específico detrás de esto. Además, estudiaremos si fármacos ya aprobados para otras enfermedades y que van dirigidos a los nucleótidos, podrían usarse en cáncer de pulmón para mejorar las inmunoterapias y, en consecuencia, el tratamiento de estos pacientes.