Beneficios de los cuidados paliativos
Son tratamientos que pueden ser beneficiosos en oncología para algunas de las personas diagnosticadas de cáncer o enfermedades oncohematológicas. No todo el mundo los va a necesitar, pero es importante conocer por qué son necesarios, para quiénes y cuándo se aplican los cuidados paliativos en oncología.
Índice de contenidos:
Opciones de tratamiento según el proceso de enfermedad
Tras el diagnóstico se inicia la fase de tratamiento. Las terapias o tratamientos activos (quimioterapia, radioterapia, cirugía, terapias dirigidas, inmunoterapia…), intentan la curación, remisión o superación de la enfermedad en muchas personas. Son tratamientos con finalidad curativa.
Puede ser que la enfermedad no pueda ser controlada en su totalidad, y reciben terapias activas con finalidad paliativa, que persiguen frenar la evolución propia de la enfermedad, estabilizarla e, incluso, reducirla, aunque no sea posible la expectativa de curación radical. Cada vez más pacientes oncológicos pueden encontrarse en situación de enfermedad estable o cronificada.
En las personas que la enfermedad progresa se consideran en fase de enfermedad avanzada, y también pueden precisar terapias activas. Pero es habitual en esta situación que se planifique para que reciban cuidados paliativos. Estos intentan controlar la sintomatología y mejorar la calidad de vida de la persona.
Se reserva el concepto de “fase de últimos días de vida” para hablar solo de los últimos días previos en que se prevé la muerte de la persona de forma más o menos inmediata. Aquí son muy importantes los cuidados paliativos adaptados al final de la vida.
La fase terminal de la enfermedad se refiere a pacientes con una expectativa de vida esperada menor de 6 meses. Hoy este concepto está en desuso, y añadido a la complejidad para establecer un pronóstico para la persona, hablaremos de cuidados paliativos en oncología para pacientes con enfermedad avanzada y en los últimos días de vida.
Quiénes pueden beneficiarse de los cuidados paliativos
Los cuidados paliativos pueden ser prescritos a cualquier enfermo oncológico y sus familiares o cuidadores, con cualquier tipo de cáncer o enfermedad oncohematológica que se encuentren en alguna de las siguientes situaciones:
- Cuando no es posible la eliminación definitiva de la enfermedad y los tratamientos activos no son útiles ni beneficiosos.
- Cuando existan problemas de salud (dolor u otros síntomas difíciles de controlar) ocasionados por el avance de la enfermedad, y que repercuten en el bienestar del paciente.
- Para complementar otros tratamientos activos o controles que su equipo oncológico considere necesarios para mejorar su calidad de vida. No excluyen otras terapias o seguimientos. La colaboración entre Oncología y los equipos de cuidados paliativos mejora la calidad del cuidado a la persona.
- Cuando se quiere planificar los cuidados adecuados, para anticipar o minimizar problemas o situaciones difíciles que vayan a darse previsiblemente con el avance de la enfermedad. Esto puede constituir una ayuda para la toma de decisiones.
En resumen
La atención paliativa en la persona diagnosticada de cáncer debe ser prestada siempre que haya o se anticipe repercusión en la salud física y/o en cualquier aspecto psicológico o social que necesite apoyo y atención por parte de un equipo especializado multidisciplinar.
Debe indicarse de acuerdo con las necesidades particulares del paciente y su entorno, que serán cambiantes a lo largo del proceso de enfermedad.
Se ve favorecida por la comunicación, colaboración y consenso entre el equipo sanitario (de oncología y de cuidados paliativos) y la familia (o cuidadores) para la toma de decisiones compartidas para planificar y ofrecer en cada momento los mejores cuidados paliativos, respetando su dignidad, valores y creencias.
Beneficios de los cuidados paliativos en oncología
Los cuidados paliativos en oncología son necesarios para el paciente y su entorno familiar ya que buscan conseguir una serie de objetivos terapéuticos.
Es un tratamiento integrador: Mejorar los síntomas físicos, problemas psicoemocionales y necesidades de tipo social.
El avance de la enfermedad provoca una serie de problemas: síntomas que van progresando, difíciles de controlar, alteraciones emocionales y de afrontamiento de la situación de irreversibilidad del proceso. También surgen necesidades sociales y de tipo espiritual que pueden ser manejados en forma beneficiosa para el paciente por parte de un equipo multiprofesional de cuidados paliativos.
Los pacientes en fase avanzada de enfermedad suelen presentar alteraciones y problemas físicos de forma habitual: dolor, dificultades para alimentarse, estreñimiento, dificultades para la movilidad, alteraciones del sueño, etcétera. Por esto se requieren controles por profesionales sanitarios (médicos y/o de enfermería).
De forma paralela aparecen sentimientos de temor, ansiedad, tristeza…. Para ofrecer apoyo, los profesionales de la Psicología deben ser parte de los cuidados paliativos.
Y, por supuesto, es habitual necesitar ayudas para la movilización, recursos ortopédicos, ayuda de cuidadores. La atención de trabajadores sociales puede colaborar en la resolución de dichas necesidades.
La valoración por parte de un equipo de atención integral de cuidados paliativos ayuda a minimizar y controlar en la mejor forma este proceso que afecta al enfermo y sus familiares.
Mejoras en la calidad de vida y confort
El objetivo último de los cuidados paliativos es conseguir que la calidad de vida y el confort global de los pacientes y sus cuidadores sea el máximo posible y mantenerlo durante todo el tiempo que dure el proceso.
No toda la sintomatología puede eliminarse, pero pueden ser controlados muchos problemas físicos, emocionales y limitaciones que van surgiendo. Esto hará que su calidad de vida y la sensación de confort sean las mejores posibles en todo momento.
Mejoras en la autonomía y dignidad del paciente
Uno de los objetivos de los cuidados paliativos es conseguir que la persona conserve su autonomía el máximo tiempo posible. Habitualmente los enfermos van presentando cada vez más limitaciones en todas sus actividades de la vida (de movilidad, de comunicación, de capacidad para el autocuidado y aseo, …). Conseguir retrasarlas con los cuidados y apoyos necesarios es muy importante. Sobre todo, hacerlo intentando preservar y respetar la dignidad del paciente.
Facilitan y favorecen los cuidados globales del paciente y sus familiares
Es evidente que la enfermedad impacta de forma intensa en el enfermo, pero afecta también de forma importante en su entorno: familiares, convivientes y cuidadores. Todas las personas implicadas constituyen una unidad que se ve impactada por el proceso y evolución de la enfermedad. Los cuidados paliativos deben actuar sobre las necesidades de los integrantes de la unidad familiar.
Facilitan la toma de decisiones compartida
La información compartida y el respeto por las preferencias del enfermo es relevante para el beneficio físico y psicoemocional de la persona.
El contacto con los profesionales de los cuidados paliativos permite expresar y compartir las necesidades y preocupaciones al enfermo. Por otra parte, este recibe información y cuidados basados en la experiencia y capacitación de los profesionales que atienden a la unidad familiar.
La comunicación fluida, continuada en el tiempo, con respeto a los valores, necesidades y preferencias del paciente, permite la toma de decisiones compartidas (sobre tratamientos, sobre temas legales, …) .
Anticipan necesidades previstas, junto con recursos y apoyos necesarios para su control
Los profesionales de los cuidados paliativos tienen un importante papel en la valoración del pronóstico y evolución del proceso de enfermedad de la persona pudiendo -por su experiencia- prever posibles dificultades y/o problemas que puedan ir surgiendo.
Así, se pueden anticipar las necesidades más importantes que van a aparecer con el avance de la enfermedad (alteraciones en movilidad, en nutrición, en comunicación…); y ofrecer y discutir posibles opciones y recursos que puedan precisarse. Poder planificar los cuidados hace que se puedan afrontar de forma óptima, adaptando de forma individualizada los cuidados.
Conclusión
Todos estos objetivos específicos de los cuidados paliativos nos explican por qué son beneficiosos en oncología. Son importantes en cualquier momento del proceso de enfermedad, como hemos podido ver. Y por supuesto, van dirigidos a cualquier paciente, sus familiares y entorno más cercano. Pero es esencial que se ofrezcan sobre todo a pacientes en fase avanzada de la enfermedad y a familias y enfermos que se enfrentan a la etapa de final de la vida o últimos días de vida.